Aunque muchas parejas piensan lo contrario, casarse a plena luz del día puede ser muy divertido y beneficioso, no solo para los novios, sino para los invitados también. Para que os planteéis esta opción y veáis que celebrar la boda de día tiene su aquel, os dejamos con los principales beneficios.
Aunque en general los invitados de las bodas suelen ir bastante descansados –por aquello de la barra libre-, es cierto que de noche se tiene menos energía. Seguramente, menos invitados estarán cansados -sobre todo las personas mayores- y esto les hará disfrutar mucho más del enlace. Así, pequeños y mayores podrán bailar, comer, beber y reír sin que la noche les confunda. Esto también evitará que tus amigos con hijos se vayan pronto, por ejemplo.
Además de la energía, hay que destacar que hay muchas más horas de fiesta. Sí, las bodas de día suelen durar bastante más que las nocturnas. Por otro lado, -y aunque suene egoísta- en las bodas de día no hace falta poner buses ya que no hay tantos controles, los taxis son mucho más baratos y siempre está la opción del transporte público.
Si una boda, con la novia y el novio incluidos, ya brilla por sí sola, las bodas de día son un espectáculo de luces impresionante. Los colores están mucho más presentes, aunque se celebre en invierno, lo cual hará del día de tu boda algo precioso y mágico. Si a esto le sumamos la decoración en tonos vibrantes y llamativos, será un recuerdo que pocos invitados olvidarán.
Además de esto, la naturaleza puede llegar a tener una importancia mucho mayor que en las bodas de noche, ya que en las bodas de día se estila mucho celebrarlas con toques naturales o, simplemente, en espacios abiertos en plena naturaleza –aunque sea más bien artificial-.
Las bodas de día son la mejor opción para aquellas parejas menos convencionales que quieren disfrutar de un día especial con amigos y familiares. Aunque no lo creáis, el hecho de hacerla de día cambia mucho el concepto, y no solo por la iluminación o la vestimenta de los invitados, sino porque este tipo de bodas toma otra cáliz, un ambiente mucho más acogedor y bonito.
La luz del sol es el mejor aliado para las bodas de día, ya que os ayudará a organizar una boda más sencilla, más alegra y desenfadada, dejando de lado los tacones altos, las joyas enormes e, incluso, los diseños más complicados.
El hecho de celebrar la boda de día, hace que el menú pueda ser un poco más arriesgado y más vibrante. Por lo general, en las bodas de día, los invitados buscan principalmente refrescarse durante el banquete por lo que tendrás muchas más opciones para jugar con las bebidas y hacerlas únicas. Los cócteles serán mucho mejor recibidos en una boda de día, por ejemplo.
Además de esto, la comida puede ser mucho más copiosa ya que no hay por qué privarse de nada, por lo que tu banquete puede ser el más espectacular que prueben tus invitados, sin esperárselo si quiera.